A lo largo de los años, nos hemos reunido con muchos cultivadores de cannabis a gran escala para aprender acerca de sus métodos y prácticas de almacenamiento de hierba. Muchos de estos cultivadores suministran a dispensarios conocidos, así que estábamos seguros de que veríamos equipos de almacenamiento de grado hospitalario que nos dejarían impresionados. Después de todo, el cannabis es una medicina que requiere una inversión seria de capital y tiempo para su cosecha, ¿no querrían proteger y salvaguardar su inversión? Irónicamente, el método más común entre los cultivadores es almacenar la hierba en grandes bolsas de plástico para basura y luego ponerlas dentro de una cubeta de Rubbermaid®. Ocasionalmente, escuchábamos a los cultivadores que insertaban paquetes de absorción de oxígeno, como los que se encuentran en varios productos alimenticios y textiles. Los dispensarios también utilizan métodos básicos como el uso de frascos de albañil y recipientes Tupperware® o contenedores Rubbermaid®. Muchos dispensarios se quedan sin inventario para el fin de semana, por lo que el almacenamiento no es exactamente pertinente para su proceso, por lo que los cogollos están extremadamente secos cuando los recibes. Algunos estados exigen que el cannabis se venda en paquetes herméticos y sellados que ya hayan sido medidos y pesados. Algunos dispensarios que están sujetos a estas leyes inyectan pequeñas cantidades de nitrógeno en el paquete antes de sellarlo. Al igual que hacemos con el empaquetado de productos alimentarios como papas fritas y cereales, el nitrógeno dispersa el oxígeno, por lo que no pueden crecer bacterias. Los métodos de almacenamiento de hierba que utilizamos en Cannador® incorporan la humidificación para ayudar a mitigar la pérdida evaporativa de los tricomas (también conocido como secado).